La luz de la ventana que indica que afuera es un día nublado, las persianas cerradas, tu mirada perdida y concentrada frente a una computadora hacen juego con tu color de piel, con la intensidad de tu mirada, un festín para mi vista, un placer para mis ojos, me gustas mucho más que un día lluvioso.
A veces te veo marchar y en seguida mi cuerpo se estremece, te extraña, te necesita de vuelta, mi ser pide tus besos, necesito de tu cálida mirada para tener la tranquilidad en todo momento, disfruto el danzar de mi lengua en tus labios y perderme en lo prohibido de tu sexo, planeemos nuestro ultimo encuentro antes de despedirnos y luego pensare en la agonía de perderte. El día en el que te diga adiós mis pies no podrán moverse, se aferraran al suelo y mi mente a un futuro incierto e inexistente a tu lado.
¿Te agradezco? claro que si, te agradezco por esas miradas que me dedicas cada mañana, por los besos largos y que llegan a mi alma, por las veces que alargas nuestras despedidas con la ilusión de poder quedarnos un poco más; te agradezco por la confianza, por contarme tu pasado y por escuchar el mío, por cada sonrisa, cada carcajada sin mesura, por acercarte y por adueñarte de los suspiros que aun no nacen, por las veces que estremeces mi ser, que me haces recordar como corre la sangre en mis venas y sobre todo por corresponder este amor, este amor del que no sabemos con exactitud como nació.
De entre todas las cosas que pueden volverme loca, el tenerte es lo que mas disfruto. Haces que mis piernas flaqueen, temblorosas por la mañana a la espera de nuestro encuentro, contigo puedo tener taquicardia justo después de hacer el amor y no morir, contigo he aprendido a dormir pensándote y que el pensamiento continúe intacto por la mañana, contigo he aprendido que las mejores historias son las que se escriben por separado y con todos sus signos y seguramente aprenderé que los finales felices existen incluso sin estar juntos, te amo aunque a veces pasemos por el infierno, el cielo nos alberga temporalmente.
Hay algo que remueves en mi cuando te veo pasar, cuando te siento cerca, cuando siento tu respiración o solo saber de tu existencia, a veces me limito simplemente a suspirar, tus besos se han quedado grabados en mis labios, tu aroma en mis sentidos y tu amor en mi alma. En realidad no te necesito para nada simplemente te quiero para todo.
Para amarte creía necesitar una razón, pero en realidad encontré infinitas razones para hacerlo, gracias por todo el tiempo a tu lado.
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