Ir al contenido principal

Entradas

Un capricho, una fantasía.

Era un viernes por la tarde, luego de una jornada de trabajo y una estresante semana por fin se acercaba el fin de semana y ella podría disfrutar de unos días de descanso. El reloj parecía no querer marcar las 5 de la tarde y cuando por fin lo hizo salió a toda prisa, pensaba en disfrutar su soledad, en aquella ciudad que no era tan grande necesitaba beber unas cervezas y leer un libro en un acostumbrado bar del centro donde la música y el ambiente le permitían relajarse. Al llegar al bar buscó rápidamente su mesa preferida en las afueras del mismo y ordenó una cerveza mientras encendía un cigarrillo, segundos después apareció el mesero con su pedido, dio un trago para disfrutar el sabor y sacó un libro de su bolso, intentando meterse en la historia comenzó a imaginar a los protagonistas y se olvidó de todo lo que la rodeaba. Pasaron algunos minutos y la cerveza  se terminaba, decidió pedir otra y repetir el procedimiento, pasado un par de minutos y con la vista cansada y la oscu...

Una noche mas, la historia continúa.

El primer viernes del mes de diciembre estaba por terminar, nosotros teníamos ya nuestros propios planes y yo me sentía mas que ansiosa de poder salir de la oficina y quitarnos todo ese lío de fingir que solo somos amigos, las 5 de la tarde marcaba el reloj. El tiempo ha pasado, nuestra vida ha cambiado, especialmente la de él, ahora ya no tenemos que ir a un hotel para amarnos, ahora en la medida de lo aceptable es libre, fue mas de un mes donde los problemas hicieron su presencia y aunque todo no está solucionado el tiempo es el único que irá colocando todo como debe de ser, por el momento seguimos juntos y he aquí el relato de nuestra ultimo recuerdo. Nos dirigíamos en su carro por las calles de la ciudad nuevamente ¿al norte?, hicimos una parada en un supermercado, necesitábamos algunas cosas para su departamento entre ellas unas cervezas y los ingredientes para las micheladas, algo para picar, cigarrillos, cartas...Llegamos a su departamento y tras acomodar las cosas, él ence...

365 días + 2

Recuerdo la primera vez que te vi, ese día en el que yo estaba tan extraviada y tu tan en tu territorio, era una mañana de lunes y entonces tu mirada fija se encontró con la mía. El tiempo pasó y nuestras miradas continuaban encontrándose casi a diario gritando que ya teníamos algo en común pero yo tenía el corazón perdido como para notarlo. Ojalá algún día pueda entender al destino ¿como le llamamos? ¿suerte? ¿mala suerte? ¿casualidad?, tal vez lo mejor sea seguir pensando que todo sucede porque si y ya. Nuestra historia comienza un año atrás aproximadamente y aun es difícil describir todo lo que me haces sentir pero no cabe duda de que te has instalado en mis pensamientos, eres mi amor. La piel se me eriza con tan solo recordar tu sabor, a veces suelo observar nuestras fotografías y mira que ¡que bonitos nos vemos fundidos en un abrazo!. Te espero cada día, con el cuerpo lleno de latidos que gritan tu nombre, con las manos colmadas de caricias y los labios repletos de deseo, deseo ...

Fin.

No, él no la necesitaba ni siquiera para saciar sus instintos de hombre. Ella mas que tiempo le dedicó sus días pero él, siempre ha estado tan ciego y tan atrapado en la farsa que es su vida. Ella lo quiso, no solo para una noche, no como se quiere a cualquier persona, lo quiso para enamorarse, para disfrutar la vida, para ser feliz. Quería ser su primer mensaje en las mañanas, su primer pensamiento al despertar, darle un beso por las noches antes de irse a casa, para mirarlo con amor, para que él conociera el amor. Lo quiso para dedicarle sus letras, sus besos, sus sueño, para hacerlo sonreír y poder tomar su mano. Lo quiso para recorrer su cuello, para saborear su piel, para erizarle el alma, para hacerlo sentir que era vivir. Pero para él ella solo fue un pequeño intermedio que duele en el corazón. El, sabe mentir con verdades en las pupilas, sabe tocar sin sentir y sabe amar sin existir porque él solo sabe a mar. Llegó el final de mis entradas al blog, quedaron muchos tema...

Nuestro "casi un año"

Hemos recorrido un camino, no se si se pueda considerar largo o si aún es demasiado corto, pero continuamos juntos desde hace ya casi un año. Hemos llegado al punto donde las palabras estorban y las manos sobras y también hemos llegado al punto donde nada nos importa mas que tu y yo. Es increíble como alguien llega un día a tu vida y sin darte cuenta llega a meterse primero en tus pensamientos, algunas otras veces en tus deseos, como poco a poco te va consumiendo hasta que un día solo quieres estar a su lado, se vuelve indispensablemente importante en tu vida, es increíble como puede en este mundo existir una persona que quiera escuchar y hablar sobre todas las cosas que ocurren en mi cabeza y lo mas increíble ha sido que nos hemos podido encontrar. Ahora las circunstancias solamente son eso y parte de una vida a la que nos tenemos que acoplar, pero eso ya después de este tiempo a tu lado ya no ha de importar. Me haces feliz, aun a la distancia otras muchas veces entre tus brazos, ...

Cohelo no sabe usar el cronómetro.

Recuerdo la primera vez que quise besarte y tu no lo sabías. Yo no me atrevía hacerlo pero ha pasado ya casi un año desde aquel día donde una simple frase "así no se dan los dulces" bastó para confirmarte lo mucho que te deseaba, caíste, caímos y tu carro fue testigo de ese primer beso, una mezcla de deseos reprimidos, gusto de gustar, ganas de penetrarnos mas allá que la boca con nuestras lenguas y lograste que yo volviera a ti mas de una vez, mas de dos veces porque solo tu querido has sabido poseerme con un exquisito dominio. Hace algunos días mientras me hacías el amor en la incomodidad de tu carro y seguramente un rosario listo para rezarle a algún policía que nos encontrara vino a nuestras mentes una fantasía que seguramente ha sido el recuerdo que me mantiene mojada durante los últimos días, intentaré relatarla de la forma en la que me la imaginé en ese momento y en la que sigo recordándola ocasionalmente. Nos encontramos en un bar de la ciudad, yo tenía un vestid...

Mi crímen

Alguna vez usted se ha preguntado ¿Cual es el crimen que esconden mis ojos? Se lo confesaré quizá, ese crimen que esconden mis ojos, que se escurre en mi boca: usted no imagina cuanto deseo que hagamos el amor. Ese crimen que he cometido desde aquella vez que imagine poder quitarle la camisa mientras lentamente colocaba mi mano sobre su pecho y la deslizaba suavemente mientras veo que su piel se eriza ¿pasado o presente?, ya no importa usted ya es mio. Seguramente estoy loca al confesarle mi crimen, pero por favor solamente dibújame la bienvenida con una sonrisa aceptando mi propuesta, o si me demoro, vaya hasta mi y máteme con uno de sus abrazos, asfíxieme con sus besos hasta que me entregue a usted o viceversa. Pero si usted me deja herida entonces le desearé abstinencia de por vida. Muérdeme el querer y besa la boca de mis heridas que yo besaré las tuyas hasta quedar sin hambre, hasta saciar de deseo de este tiempo que es presente y solo hasta ese entonces pensemos en qué tiem...