Escribir es la única forma a
veces de liberar sentimientos, hoy han pasado un poco más de cuarenta meses
juntos en los cuales hemos hecho tanto juntos, mi vida, nuestras vidas se han
adaptado y prácticamente él está incluido en la mayor parte de mis horas, de
mis días y principalmente de mis sueños.
Le he fallado, lo sé y no soy capaz siquiera de escribir sobre ello
porque nunca he pensado en lastimarlo, al contrario aun cuando no era libre
para quererme yo solo podía pensar en él, yo lo quería para mí, lo sigo
queriendo para mí y el haber estado tan cerca de perderlo me hizo sentir que
moría, la impotencia de no poder arreglar las cosas, sentí una gran angustia
que no me dejaba respirar, sentí como todo se derrumbaba de un momento a otro,
intentaba comprender y aceptar la culpa pero el sentimiento podía más que fingir que estaba bien a los demás.
Fueron horas en las que sentí todo oscuro, una tristeza que no se
compara con ninguna que pude sentir antes, los pensamientos adelantados me
atormentaban con preguntas que no quería responder, pero había una que resumía
todo: ¿Que voy a hacer sin ti? No pude resistir al no verlo, incluso si él se
negaba tenía que intentarlo siendo egoísta estaba pensando solo en mí así que
lo busqué muy tarde por la noche porque necesitaba que me abrazara, necesitaba
pedirle perdón y no sabía que más podía pasar, pero en ese momento solo quería
estar cerca de él y decirle que lo amo entre lágrimas y mocos.
No sé qué haría sin ti, no lo quiero saber, si ti no quiero seguir
porque te quiero en mi vida, te quiero para mí y para siempre, prometo no
volver a lastimarte, no fallarte más, aprovechar más el tiempo a tu lado y
demostrarte todos los días lo mucho que te amo.
Quédate el resto de nuestros días y seamos felices, es lo único por lo
que estamos aquí vivos y hagamos más el amor como está última vez “sexo de
reconciliación”. Sin tí la vida no tendría sentido.
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