Las cinco y una noches

Todo inició como un plan para poder pasar esas horas de madrugada, cuando todo mundo duerme despierto entre mis piernas, la idea se fue afinando durante los primeros meses y logramos pasar una madrugada así, a la luz de una esperanza acompañada de una botella de vino aunque esa primera noche no fue tan noche ahora cuenta como el ensayo para las que vendrían. 

Noche 1: Basta de ensayos, aquí va LA PRIMERA

Había pasado casi un año desde nuestro ensayo, el plan era casi perfecto. Fue un lunes del mes de mayo, era invierno pero no llovía. Llego por mi a las 9 pm al salir de un curso y nos dirigimos al hotel que fue testigo de esa primera vez que fui suya un poco más de un año atrás. Llegamos al hotel y pedimos algo de beber, comimos un poco pero estábamos listos para amarnos, para hacer de cada uno lo que correspondía, para entregarnos en ese deseo creciente que quema y aumenta las ansias locas de tenernos esas que nos consumen en deseo, esas que son para hacer el amor.  

Dormimos muy pocas horas, esa primera vez teníamos que saber si nos íbamos a adaptar el uno al otro, fue un ensayo del que cada uno a su manera recuerda que casi no durmió.  Las alarmas sonaron a las "tiempohijueputa" en punto y sabíamos que había llegado el final de esa primera noche.  Yo no le iba a enseñar a dormir con las estrellas esa noche, yo le iba a enseñar a conocer nuestros demonios. 

Noche 2: atrapada en el puerto, salvada por ÉL

El plan era dejar que el amor saliera de madrugada, quitarnos las ganas y un poco más. Fue una noche del mes de Junio, la cita era ir a escuchar un poco de trova con sus amigos, beber y olvidarnos del mundo. Esa noche él viajó muchos kilómetros para poder estar conmigo y volver a ese lugar, bebimos y llegamos al hotel a la media noche. La ropa estorbaba y luego de tomar un baño todo iba mejor, me hizo el amor ese que sólo él sabe como hacerlo. El mi luna imposible que se volvió posible, yo la estrella que se ilumina al verlo ¿la combinación perfecta? no, pero si un amor perfecto. ¡La alarma de nuevo!

Noche 3: una noche ¿loca? ¡Cantemos pues!

Un jueves del mes de julio, teníamos que celebrar mis recién pasadas 25 primaveras. Nos juntamos en un lugar con un amigo  y bebimos, creo que los tragos se salieron de control, ya no recuerdo cuantos fueron pero cabe decir que terminamos cantando a pesar de que "él no canta". Aún en mi mente está ese video donde hacía el ridiculo, ebria y con una canción que nunca en mi vida había escuchado, pero ¿y qué? estaba con él. 

Llegamos al hotel y los besos, las caricias, el amor no podían esperar. Hicimos el amor hasta quedarnos dormidos, fue una noche mágica a su lado, nuestros cuerpos comenzaban a integrarse mejor, ya no estuvimos tan incómodos y fuimos felices en ese hotel, el acostumbrado que se volvió nuestra burbuja. A su lado el mundo se puede caer... ¿¡otra vez esa alarma!?

Noche 4: Quinceañeros sin carro, perdidos y encontrados por el amor.

Un viernes del mes de Agosto, quedamos en ir a bailar pero teníamos un problema ¡no teníamos carro! pero como nuestro amor podía mas que todas esas cosas materiales y superficiales buscamos la forma de que en bus público llegaramos a un hotel cerca de donde ibamos a bailar y a disfrutar un poco la noche. Llegamos al hotel como un poco perdidos y un poco encontrados, nos registramos y fuimos a cambiarnos para salir un poco mas tarde. Nos dirigimos a un lugar a comer un poco y a bailar pero a la media noche nos sonó la campana y debíamos de volver al hotel. 

En el hotel, creo que nos tuvimos que tragar algunos gemidos para no despertar a los vecinos, pero me desnudó lentamente, se apropió de cada centímetro de mi piel una vez mas como ya es su costumbre y viajó en mi. Nos quedamos dormidos en la madrugada, me desperté en mi lugar favorito para existir: él y viví un sueño de amor perfecto hasta que ¡pinche alarma!. 

Noche 5: Ya nos gustó el lugar ¿bailamos como suricatos?

Pues después de la primera noche el ese hotel de nuestra aventura mencionada en la noche 4 decidimos volver, esta vez a bailar un jueves de Septiembre cumbia!. 

Llegamos al hotel y luego de tomar un baño salimos al lugar para disfrutar una noche para los dos y de los dos, él me hace feliz.  Fuimos al lugar y las horas comenzaron a pasar en compañía de una buena plática, en compañía de mi amor, él mi vida. 

Llegó el grupo invitado de la noche, bailamos un poco de cumbia, creo que las cervezas comenzaban a hacer estragos en nosotros o bueno en mí y terminamos un poquito mareados, salimos del lugar y nos tomamos fotos en el medio de la calle, eso si una de las famosas: la del arco!. 

Llegamos al hotel y ahí sólo comenzaba la noche, nos desvestimos y nos amamos cada parte de nosotros, me hizo el amor como nunca, tomó todo lo que podía tomar de mí y fue lo más excitante hasta el momento que habíamos hecho, me hizo el amor como si hubiese sido la primera vez mezclada con la última y un poco de la intermedia. Me hizo una vez mas suya y fue mio. Nos quedamos dormidos a la madrugada uno sobre el otro o viceversa aunque teníamos camas separadas para esta noche ya no podíamos dormir separados.  La alarma sonó una vez mas pero esta vez él no se quiso quedar. 

Noche 6: quiero decirte: ¡Qué bien te ves conmigo tú!

Pues creo que septiembre nos gustó para repetirla, otra noche mas a su lado, la última de nuestros 2 años menos dos meses. La cita era ir al concierto de Malacates sinfónico, fue una noche maravillosa a su lado en el teatro, cantamos, reímos, nos amamos fue genial y un poco más. Salimos del concierto, él como siempre guapo y yo sintiéndome la más afortunada por tenerlo. Antes de ir a nuestro acostumbrado hotel pasamos a cenar, llegamos a la media noche, esta vez el sexo no fue tan intenso porque teníamos un inconveniente monstrual pero fui suya esa noche a pesar de eso, me amó y dormí en sus brazos, esta vez las alarmas no sonaron peeero ¿¡Quién chingados llama!?

En el tiempo que llevamos, he sido feliz y hasta el día de hoy se que todo ha valido la pena no hay duda que he encontrado al amor de mi vida y que este post no será el último de nuestras noches porque yo sueño una vida junto a él y entonces mi imposible ya es un posible. Gracias por todo a tí, que con solo una mirada iluminas mi existir. 

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