Hace mucho que no escribo, se me borraron las letras, pero hoy es una noche de esas donde no puedo conciliar el sueño, la lluvia cae y es un sonido que me tranquiliza, a lo lejos escucho algunos grillos, hasta un búho y yo estoy aquí en la oscuridad tratando de tragarme mi tristeza, tratando de no ahogarme. Quisiera regresar a aquellos meses donde todo era felicidad pero ahora es como si poco a poco todo se está acabando, me siento sin aire, me siento sola. A veces crees conocer a alguien y lo haces el centro de tu universo y un día sin pensarlo todo cambia, todo se derrumba y así como una vez cambió todo por ti ahora estoy a punto de estar del otro lado. Se nos acabaron las palabras, la complicidad de las conversaciones, lo mágico del deseo, se nos volvió rutina, se nos olvidó lo que nos unió y aquí estamos, tu en tú cama jugando al amor sin amar con otra, yo en la mía llorando por ti.
Era un día cualquiera, de esos que la rutina premia, de aquellos que no te das cuenta, por su mente pasaba el miedo de la soledad, por la de ella el miedo a seguir sin perdón pero estaban ahí en silencio sin compartir y siendo uno. Un silencio abrigó el frío que había y no por el clima sino por la distancia, el corazón se esforzaba en juntarse pero ya no era posible, se moría. A veces no piensas sobre el último momento, a veces le temes tanto pero ¿Acaso alguien sabe cuando va a terminar? Te esfuerzas por reflejar lo que sientes y por el contrario ocurre un sabotaje interno, nadie está consiente de querer o de no querer incluso después de un tiempo, nadie sabe como enfrentar un adiós, odio las despedidas. El amor es algo más que tener sexo, que esperar y complacer, tampoco es perfecto aunque quieras idealizarlo, el amor simplemente te prueba cuando menos lo esperas como sentimiento básico y te exprime hasta saber si resisten o no, lo hace de mil formas y nunca igual, te lastim...