Era un día normal, habíamos tenido una discusión pero las cosas no podían acabar así. Quedamos a las 6 en el mismo café y nos dirigimos a un parqueo nuevo y privado para "estacionarse" y platicar un rato. Las ansías salían por los poros de ambos, en la oscuridad del lugar nos estorbó la ropa, mis piernas se abrieron para poder recibirte y tu deseoso aceptaste la invitación. Nos dedicamos besos y caricias, nos dijimos palabras de amor y nos llevamos al clímax de un encuentro reconciliador. Tu sonrisa es mi tentación inmediata después de hacer el amor, tus palabras provocaciones y tus gemidos perversiones que se albergan en mi mente, te quiero como a lo que no se busca pero se encuentra, te deseo como no se necesita pero si se extraña y sobre todo de amo como a lo que no se puede pero se intenta. Me derrito cuando me revives las ganas con tu lengua, cuando me chupas el alma y los silencios y sobre todo cuando te hundes en mi vida y la haces tuya. Nos quedamos un momento s...