Marciana

Comenzaré esta entrada con la mención a la letra de una canción de Ximena Sariñana, "Mañana no es hoy" y especialmente esto: "Quiero   verte  un  día   más  y  platicar aunque ayer te vi, igual no importa porque solo quiero oír tu voz, conversar, analizarte o algo más… lo ocasiona mi cerebro o un sentimiento más" Hoy pienso que esa frase define muy bien el amor que siento por mi inalcanzable, es ese sentimiento de querer estar a su lado, de esperar cada día aunque sea muy mínimo el tiempo que puedo permanecer entre sus brazos y luego solamente obsérvalo muy furtivamente, es por él por quien yo espero todos los días. Es él quien me hace escribir estas lineas, en este momento pienso en sus ojos, las veces que he tenido la posibilidad de sentarme de frente y en silencio con él, lo he observado, he visto esos ojos suyos de color café claro en el sol, intenso en la cama, oscuro cuando el día no pinta bien; su sonris...

Seguramente cuando todo inicio yo no pensé llegar a esta posición, esta vez no escribiré sobre las veces que he sido suya sexualmente, le daré paso a los sentimientos. Lo amo y eso no esta en discusión. Es mi inalcanzable quien ha hecho que salga esa parte de mi, posiblemente que no existía o que estaba guardada y que él logró sacar, liberó con su hechizo todo eso y no se realmente si el hubiese querido llegar a esto pero estamos aquí, ahora y estoy enamorada. Es en mi inalcanzable en quien pienso al despertar o al quedarme dormida tal vez en algunas ocasiones imaginando situaciones a su lado o recapitulando los mejores momentos a su lado y es él quien se ha hecho parte de mis insomnios donde pienso nuevamente en él. Pienso en nuestra última salida, nos encontrábamos en la zona central de la ciudad, fuimos por algo de beber, primero a un bar pequeño donde pedimos una cerveza y nos sentamos de frente, pude observar sus ojos, hablábamos de la primera vez que me escribió en una red s...

Nos hemos encontrado más de varias ocasiones en los diferentes puntos de esta ciudad, seguramente perdidos y dispuestos a entregarnos a nuestros deseos, escribiré sobre algunos. Vamos a cenar en uno de esos restaurantes muchos que hay por la ciudad, nos ubicamos en una mesa en el jardín de dicho lugar, mi inalcanzable esta vez pide una botella de vino, una entrada y una pizza. Hacemos un brindis por nosotros y bebemos un poco, la noche avanza mientras platicamos de temas varios, tomaba mi mano y ocasionalmente se le escapaba un beso furtivo de esos labios suyos que tanto me encantan hacia los míos y todo era tan perfecto que imagine no podía serlo más, pero el universo a veces conspira a nuestro favor y sonó nuestra canción, juro que estuve tentada a hacer el ridículo con el allí y bailarla, la botella de vino se terminó. Uno de los recuerdos mas memorables de esa noche recuerdo fue cuando regresaba a la mesa y él se encontraba allí sentado, se veía tan lindo que mi reacción tuvo que...